lunes, 14 de septiembre de 2009

Ayer en un pasado lejano nos pertenecimos, estuviste conmigo, junto a mi en esos instantes, en ocasiones hambrientos o paralizados, otros delicados como alas de mariposa moribunda,gaviotas que compran su billete para morir en un desierto de agua,instantes efímeros de muecas de amor y odio, pudiste acercarte y oler mi corazón, le hiciste lo que quisiste pero te perdoné,permaneciste encerrada en esta jaula de palabras y sílabas, en lo alto de una cumbre de sensaciones, perdida entre callejones de infinitas miradas, mordiendo esquinas de laberintos de besos y caricias, volviste al lugar donde la lluvia te regalo todos los colores y se creó un arcoiris con la luz de tu sonrisa, allí o aquí pero siempre encadenados con nubes de algodón donde la libertad fue un soplo tierno y duradero hasta que pediste quemar tus retinas en mi interior y tus cenizas volvieron a abrazarse en los barrotes de tu celda imaginaria.